La
Fuerza de Shamballa
Las Relaciones
Subyacentes
Cada
aspecto divino tiene tres aspectos subsidiarios y, en nuestro planeta
y en el plano físico cósmico, es revelado el aspecto
inferior del amor (lo que denominamos la voluntad al bien). Para
la humanidad, que lucha en este plano físico cósmico,
subdividimos inconscientemente esta voluntad al bien en tres aspectos;
actualmente, justamente estamos empezando a comprenderlas como posibilidades
existentes. Llamamos buena voluntad al aspecto inferior, comprendiendo
muy poco la actitud que podría establecerse para obtener
la meta universal; al segundo aspecto lo llamamos vagamente amor,
esperamos demostrar que efectivamente manifestamos amor por medio
de nuestra afiliación con la Jerarquía; al aspecto
más elevado lo denominamos voluntad al bien y no lo definimos
porque no es posible, aún para iniciados de la aquinta iniciación,
comprender verdaderamente la naturaleza y el propósito de
la voluntad al bien que condiciona a la actividad divina.
(Los Rayos y las Inicaciones, pág. 645)
Lógicamente
no es posible presentar un verdadero cuadro de los sucesos y acontecimientos
internos producidos en la vida de nuestro Ser planetario. Sólo
indicaré que la actual situación es simplemente la
concreción de la reacción y la respuesta de la humanidad
hacia grandes acontecimientos iniciadores y paralelos que involucran
a los grupos siguientes:
- El Avatar
emanante y Su relación con el Señor del Mundo, nuestro
Logos planetario.
- Los Señores
de la Liberación, enfocados en Su elevado lugar, a medida
que adquieren consciencia de la invocación de la humanidad
y se relacionan más estrechamente con los tres Budas de
Actividad.
- El Gran
Concilio de Shamballa y la Jerarquía planetaria.
- El Buda
y sus Arhats, a medida que colaboran en forma unida con el Cristo
y sus discípulos, los Maestros de Sabiduría.
- La Jerarquía,
personificación del quito reino de la naturaleza, y su
relación atractiva y magnética con el reino humano,
el cuarto reino.
- El efecto
que producen los mencionados grupos de Vidas sobre la humanidad
y las inherentes consecuencias al manifestarse en los reinos subhumanos.
Un
estudio de lo antedicho, en términos de fuerza y energía,
proporcionará alguna idea de la síntesis fundamental
de las relaciones y la unidad del todo.
(Los
Rayos y las Iniciaciones, pág. 21-22)
Cada
aspecto divino tiene tres aspectos subsidiarios y, en nuestro planeta
y en el plano físico cósmico, es revelado el aspecto
inferior del amor (lo que denominamos la voluntad al bien). Para
la humanidad, que lucha en este plano físico cósmico
subdividimos inconscientemente esta voluntad al bien en tres aspectos;
actualmente, recién estamos empezando a comprenderlas como
posibilidades existentes.
Llamamos buena voluntad al aspecto inferior, comprendiendo muy poco
la actitud que podría establecerse para obtener la meta universal;
al segundo aspecto llamamos vagamente amor, y esperamos demostrar
que efectivamente manifestamos amor por medio de nuestra afiliación
con la Jerarquía; al aspecto más elevado lo denominamos
voluntad al bien y no lo definimos porque no es posible, aún
para iniciados de la quinta iniciación, comprender verdaderamente
la naturaleza y el propósito de la voluntad al bien que condiciona
a la actividad divina.
(Los
Rayos y las Iniciaciones, pág. 441)
Respecto
a la Jerarquía misma, hablando esotérica y técnicamente,
muchos de sus Miembros "están siendo retirados del punto
medio de santidad y absorbidos en el Concilio del Señor".
En otras palabras, pasan a un trabajo superior, convirtiéndose
en custodios de la energía de la voluntad divina y no simplemente
en custodios de la energía del amor. De allí en adelante
actuarán como unidades de poder, no sólo como unidades
de luz. Su trabajo se hace dinámico en vez de atractivo y
magnético, y concierne al aspecto vida y no únicamente
al aspecto alma o consciencia.
(Los
Rayos y las Iniciaciones, pág 24)
La
Potencia de la Voluntad de Dios
La
energía de Shamballa es la demostración de la Voluntad
de Dios en una nueva y poderosa vivencia.
(El
Destino de las Naciones, pág. 17)
Esta
energía subyace en la crisis mundial del momento. La Voluntad
de Dios es producir ciertos cambios radicales y transcendentales
en la consciencia de la raza, que alterarán completamente
la actitud del hombre hacia la vida y su captación espiritual,
esotérica y subjetiva, de las esencialidades del vivir. Esta
fuerza traerá (conjuntamente con la fuerza de segundo rayo)
esa tremenda crisis - inminente en la consciencia humana - denominada
segunda crisis, la iniciación de la raza en el Misterio de
las Edades.
(El
Destino de las Naciones, pág. 14)
La
energía de la voluntad es la más poderosa en todo
el esquema de la existencia planetaria. Se la denomina la "fuerza
de Shamballa", que mantiene unidas todas las cosas en la vida,
siendo en realidad, la vida misma. Es la fuerza vital o voluntad
divina (que complementa la intención divina) por cuyo intermedio
Sanat Kumara alcanza Su meta. En menor escala, es el empleo de uno
de los aspectos inferiores de la voluntad (auto-voluntad humana)
que permite al hombre llevar a cabo sus planes y alcanzar el propósito
que se ha fijado - si es que lo tiene.
Donde no hay voluntad el plan muere y el propósito no se
realiza. Incluso en lo que atañe a la propia voluntad, constituye
en verdad la "vida del proyecto". En cuanto Sanat Kumara
haya logrado Su propósito planetario, retirará Su
poderosa energía, y (al hacerlo) sobrevendrá la destrucción.
Por temor a producirse un impacto demasiado grande sobre los reinos
de la naturaleza que no están preparados, esta fuerza de
Shamballa está firmemente sujeta. Esto se refiere también
a su impacto sobre la humanidad.
(Los
Rayos y las Iniciaciones, pág 585)
La
primera y más poderosa fuerza es la que afluye al mundo desde
Shamballa, el Centro planetario donde la Voluntad de Dios es conocida.
Sólo dos veces en nuestra historia planetaria se hecho sentir
directamente esta energía de Shamballa: la primera, cuando
sucedió la gran crisis humana en la individualización
del hombre en la antigua Lemuria; la segunda, en los días
atlantes, en la gran lucha entre los Señores de la Luz y
los Señores de la Forma Material, denominados también
Fuerzas Oscuras. Actualmente la fuerza de Shamballa afluye desde
el Centro Santo y personifica al aspecto Voluntad de la crisis mundial
actual, y sus dos efectos o cualidades subsidiarias son:
a) La destrucción
de lo indeseable y de los obstáculos en las formas mundiales
actuales (gobierno, religión y sociedad).
b) La fuerza
sintetizadora que une lo que hasta ahora había estado separado.
La
fuerza de Shamballa es tan nueva e irreconocible, que le resulta
difícil a la humanidad conocerla por lo que es - la demostración
de la benéfica Voluntad de Dios en una nueva y poderosa vivencia
(La
Exteriorización de la Jerarquía, pág.
65)
La
energía del primer aspecto divino (el de voluntad o poder)
está siendo aplicada ahora escrupulosamente por Shamballa.
Esta energía de la voluntad es - como ya he enseñado
- la potencia de la vida en todos los seres; en el pasado, sólo
pudo hacer contacto con "la substancia de la humanidad"
a través de la Jerarquía. Recientemente se ha permitido,
en forma experimental, hacer el impacto directo y de esto la guerra
mundial (1914, 1945) fue la primera evidencia, aclarando cuestiones,
presentando oportunidades, purificando el pensamientos humano y
destruyendo la antigua y caduca civilización. Esta es una
energía excesivamente peligrosa y no puede ser aplicada en
más plena medida mientras la raza de los hombres no haya
aprendido a responder más adecuadamente a la energía
del segundo aspecto amor-sabiduría y, por lo tanto, al gobierno
del Reino de Dios.
(La
Exteriorización de la Jerarquía, pág.
542)
Liberación
de la Fuerza de Shamballa
H.
P. B. (uno de los primeros discípulos activos que surgió
por el impulso de la exteriorización y la energía
de primer rayo que la impulsaba) proporcionó el trasfondo
del Plan bajo mi impresión; la estructura más detallada
y el alcance de la intención jerárquica las expresé
en mis libros, que A. A. B. presentó al publico con su propio
nombre (haciéndolo de acuerdo a mis instrucciones). Por primera
vez en la historia humana, el propósito de los acontecimientos
pasados -históricos y psicológicos - puede observarse
nítidamente, como que constituye la base de todos los acontecimientos
actuales, llamando fácilmente la atención del publico
sobre la misteriosa Ley del Karma. Puede considerarse que el presente
indica el camino del futuro, revelando claramente que la Voluntad
de Dios anima todo el proceso evolutivo un proceso en el cual la
humanidad (también por primera vez) participa y colabora
inteligentemente. Esta participación cooperativa, aunque
inconscientemente prestada, hizo posible que la Jerarquía
aprovechara la oportunidad de poner fin al largo silencio que ha
persistido desde los días atlantes; ahora los Maestros pueden
empezar a renovar la antigua "participación en los secretos",
y preparar a la humanidad para una civilización que se caracterizará
por la constante percepción intelectual de la verdad y que
colaborará con los ashramas, exteriorizados en distintas
partes del mundo. La consolidación interna ahora ha aflojado,
si puedo emplear una expresión tan inadecuada, y la mayoría
de los Miembros de la Jerarquía no ponen mucha atención
a la recepción de la impresión desde Shamballa, y
se orientan ahora en forma dirigida y totalmente nueva, al cuarto
reino de la naturaleza. Al mismo tiempo, una poderosa minoría
de Maestros va entrando en más estrecha asociación
con el Concilio de Sanat Kumara.
(La
Exteriorización de la Jerarquía, pág.
563)
Un
intenso proceso de entrenamiento se lleva a cabo en cada ashrama,
en análogas líneas, dando por resultado el "aislamiento"
ocultamente comprendido, de ciertos Maestros e iniciados. Fueron
aislados así a fin de poder trabajar con Shamballa con mayor
facilidad y disposición; de este modo, pueden forjar un depósito
de energía, dinámico y energético (la energía
de la Voluntad divina), disponible para que los demás Miembros
de la Jerarquía la empleen cuando en "unidad aislada"
permanezcan en los caminos elevados de la tierra y así "estar
en el mundo y, sin embargo, no ser del mundo". Cuando se aprende
esta lección, ambos grupos jerárquicos ponen en actividad
su voluntad de sacrificio lo cual constituye el hilo vinculador
entre Ellos y ese aspecto del antakarana por el que pueda afluir
la energía en forma nueva y eléctrica desde Shamballa,
por conducto de la minoría jerárquica mencionada y
un gran grupo de Maestros, iniciados y discípulos, a quienes
se le ha encomendada la tarea de consolidación.
Todo esto constituye - para los miembros de la Jerarquía
- un proceso definido de pruebas y ensayos, previo a alguna de las
iniciaciones superiores y preparatorio para las misma.
(La
Exteriorización de la Jerarquía, pág.
565)
La
energía que fluye mediante la Jerarquía, actualmente
- la energía del amor - trata de mezclarse con la que fluye
de Shamballa, y es necesario aplicarla en la forma deseada. El problema
de la Jerarquía en esta época es producir una sabia
y adecuada fusión de las energías de Shamballa y de
la Jerarquía, para atemperar así la destrucción
y provocar el afloramiento del espíritu constructivo, poniendo
en acción las fuerzas de construcción y rehabilitación
de la energía de segundo rayo. La energía de Shamballa
prepara el camino para la energía proveniente de la Jerarquía.
Siempre ha sido así desde el comienzo de los tiempos, aunque
los ciclos de la Jerarquía, relativamente frecuentes, no
han coincidido con los de Shamballa, que son poco frecuentes y raros.
A medida que el tiempo avanza el impacto de la fuerza de Shamballa
será más continuo, porque los hombres habrán
desarrollado el poder de hacerle frente y resistirlo.
Actualmente
se está intentando el experimento de permitir al hombre recibir
esta energía y su impacto, libres de toda mediación
de la Jerarquía. Quizás el esfuerzo sea prematuro
y abortivo, pero todavía la cuestión no ha sido determinada
y el Señor de Shamballa a quienes lo asisten, más
la ayuda de los observadores miembros de la Jerarquía, no
se han desalentado por los resultados iniciales. La humanidad va
respondiendo inesperadamente bien.
No obstante se construyen nuevas formas, y las potencias de Shamballa,
además de la guía jerárquica, trabajan para
fines definidamente planificados que se realizan en forma favorable.
(El
Destino de las Naciones, pág. 17-l8)
La
impresión dinámica que emana de Shamballa abarca grandes
ciclos y oleadas cíclicas, los cuales son impulsados desde
fuentes extraplanetarias, de acuerdo a la demanda o invocación
del Señor del Mundo y sus asociados, emanando como respuesta
a la "voluntad reconocida" de Sanat Kumara en la Cámara
de Concilio.
(Telepatía
y el Vehiculo Eterico, pág. 68)
Se
ha dicho que esta fuerza - durante este siglo - ha hecho su primer
impacto directo sobre la humanidad; hasta ahora llegó al
género humano en los tres mundos, después de haber
sido aminorada y modificada en su tránsito a través
del gran centro planetario, al que denominamos Jerarquía.
Este impacto directo se repetirá en 1975, y también
en el 2000, pero los riesgos no serán entonces tan grandes
como en el primero, debido al crecimiento espiritual del género
humano. Cada vez que esta energía hace impacto en la consciencia
humana, aparece un aspecto más pleno del plan divino. Esta
energía produce la síntesis, que retiene todas las
cosas dentro del círculo del amor divino. Desde que hizo
impacto en los últimos años, el pensamiento humano
se ha ocupado más en alcanzar la unidad y lograr la síntesis
en todas las relaciones humanas como nunca lo hizo antes, y uno
de los resultados de esta energía fue la formación
de las Naciones Unidas.
(Los
Rayos y las Iniciaciones, pág. 85)
Cooperación
con la Fuerza de Shamballa
Han
pasado dos mil años desde el episodio de Getsemaní,
y desde que Cristo estableció el primer contacto con las
fuerzas de Shamballa; por este medio y en bien de la humanidad,
estableció una relación que, después de veinte
siglos, sólo es una frágil y débil línea
que conduce energía.
Sin
embargo, esta fuerza de Shamballa está disponible para ser
empleada correctamente, pero el poder de expresarla reside en su
comprensión (hasta donde sea posible en este punto medio
de la evolución humana) y uso grupal. Es una fuerza unificadora,
sintética, pero puede ser utilizada como una fuerza regimentadora,
estandarizante. Permítaseme repetir las palabras clave para
el empleo de la energía de Shamballa: empleo y comprensión
grupales.
La
humanidad ha tenido mucha dificultad en comprender el significado
del Amor. Si esto es así, su problema en relación
con la Voluntad será, lógicamente, más difícil.
Para la vasta mayoría de los hombres el verdadero amor constituye
sólo una teoría. El amor (como generalmente lo interpretamos)
se expresa como bondad, pero es una bondad hacia el aspecto forma
de la vida, hacia las personalidades que están a nuestro
alrededor y se desarrolla por lo general en un deseo por cumplir
con nuestras obligaciones, y sin obstruir en forma alguna esas actividades
y relaciones que tienden al bienestar de nuestros semejantes. Se
expresa en un deseo por terminar con los abusos y lograr condiciones
materiales mundiales más felices; se demuestra en amor materno,
amor entre amigos, pero raras veces como amor entre grupos y naciones.
El amor es el tema de la enseñanza cristiana, así
como la voluntad divinamente expresada constituirá el tema
de la futura religión mundial, y ha sido el impulso que subyace
en gran parte del buen trabajo realizado en los campos de la filantropía
y del bienestar humano, pero, en realidad, el amor no ha sido nunca
expresado - excepto por Cristo.
Quizás
me preguntarán, si esto es así, ¿porque hago
tanto hincapié sobre este superior aspecto divino? ¿Por
qué no esperar hasta que sepamos algo más sobre el
amor y cómo manifestarlo en nuestro medio ambiente? Porque,
en su verdadera expresión, la Voluntad es necesaria hoy como
fuerza propulsora y expulsora, y como agente clarificador y purificador.
(Astrología
Esotérica, pág. 392-3)
Los
tres aspectos emergentes de la vida, la cualidad y la energía
de Shamballa, son:
1)
La Voluntad que condiciona el aspecto vida.
2)
La Voluntad que trae el cumplimiento de rectas relaciones humanas.
3)
La Voluntad que, finalmente, conquista a la muerte.
Estos
tres aspectos están relacionados con las tres expresiones
divinas de espíritu, alma y cuerpo, o vida, consciencia y
forma, o vida, cualidad y apariencia. Este aspecto de la expresión
de la vida de Cristo nunca ha sido debidamente estudiado, sin embargo,
aunque sea una pequeña captación y comprensión
de ello ayudaría a la humanidad a hacer retroceder el mal
(individual, grupal y planetario) al lugar de donde vino y también
ayudaría a liberar a la humanidad del terror que ahora acecha
en todas partes, desafiando a Dios y al hombre.
Por
lo tanto, la energía de Shamballa es aquella que está
relacionada con la vivencia (por medio de la consciencia y la forma)
de la humanidad; no es necesario que consideremos su relación
con el resto del mundo manifestado; concierne al establecimiento
de rectas relaciones humanas, y constituye esa condición
de ser que, oportunamente, niega el poder de la muerte. Por lo tanto,
es el propósito realizado y no la expresión del deseo.
El deseo actúa hacia arriba, desde la forma material y a
través de ella; la voluntad actúa hacia abajo, dentro
de la forma, doblegándola conscientemente al propósito
divino. Uno es invocador, la otra evocadora. Cuando el deseo se
ha acumulado y está enfocado, puede invocar a la voluntad;
cuando la voluntad es evocada, da fin al deseo y se convierte en
una fuerza inmanente, propulsora e impulsora, estabilizando, clarificando
y finalmente - entre otras cosas - destruyendo. Es mucho más
que esto, pero, en la actualidad, es todo lo que el hombre puede
comprender, para lo cual posee ya el mecanismo de comprensión.
Es esta voluntad - despertada por la invocación - la que
debe ser enfocada en la luz del alma y dedicada a servir los propósitos
de la luz y a establecer rectas relaciones humanas, la cual debe
ser empleada (con amor) para destruir todo lo que impide la libre
afluencia de la vida humana y traer la muerte (espiritual y real)
a la humanidad. Esta Voluntad debe ser invocada y evocada.
(Idem.,
pág. 394-5)
Sólo
existe una manera por la cual la enfocada mala voluntad, debido
a que puede responder a la fuerza de Shamballa, podrá ser
superada, y ello, oponiendo una voluntad espiritual, igualmente
enfocada, demostrada por hombres y mujeres de buena voluntad que
respondan y puedan entrenarse para llegar a ser sensibles a este
nuevo tipo de energía entrante y aprendan a invocarla y evocarla.
En
consecuencia, podrán ver que en mi mente había algo
más que el uso casual de una palabra común, cuando
consideré los términos buena voluntad y voluntad al
bien. Mantuve en mis pensamientos no sólo la bondad y la
buena intención, sino la enfocada voluntad al bien que puede
y debe evocar la energía de Shamballa para ser empleada en
detener las fuerzas del mal.
Comprendo
que esta idea es relativamente nueva para muchos lectores; para
otros significará poco o nada; algunos podrán tener
débiles vislumbres de este nuevo acercamiento y servicio
a Dios que puede y deber hacerse, repito, para reconstruir y rehabilitar
al mundo.
Quisiera indicar aquí, que sólo se entra en contacto
con el aspecto voluntad desde el plano mental y, por lo tanto, quienes
están trabajando con la mente y por intermedio de ella, pueden
empezar a apropiarse de esta energía.
Quienes tratan de evocar la fuerza de Shamballa se están
acercando a la energía del fuego. El fuego es el símbolo
y la cualidad del plano mental, también un aspecto de la
naturaleza divina, y fue el aspecto sobresaliente de la guerra.
El fuego es producido por medios físicos con la ayuda del
reino mineral, siendo el elegido y amenazante gran medio de destrucción
en esta guerra; es el cumplimiento de la antigua profecía
de que la tentativa de destruir a la raza Aria lo seria por medio
del fuego, así como la antigua Atlántida fue destruida
por el agua, pero, la ardiente buena voluntad y el uso enfocado
y consciente de la fuerza de Shamballa, pueden contrarrestar el
fuego con el fuego, y ello debe hacerse.
No
puedo decirles más sobre este tema, hasta que lo hayan estudiado
durante un tiempo, tratando de comprender el empleo de la voluntad,
su naturaleza, propósito y relación con lo que ustedes
entienden por voluntad humana. Deben reflexionar sobre cómo
deberían ser empleada y de qué manera los aspirantes
y discípulos, mentalmente polarizados, podrían enfocar
esa voluntad y hacerse cargo, sin peligro, de la responsabilidad
de su uso inteligente. Después, cuando sepan más sobre
ello, les proporcionaré mayor conocimiento sobre la materia.
Sin embargo, quisiera hacer una sugerencia práctica. ¿No
se podría organizar un grupo que tomara esta cuestión
como tema de meditación, y tratara de capacitarse - por medio
de la correcta compresión - para hacer contacto con la energía
de Shamballa y aplicarla? ¿No seria posible elaborar gradualmente
el tema de la revelación de la voluntad divina, para que
el tópico general pueda estar preparado para presentarlo
al público cuando llegue verdaderamente la paz? Muchas cosas
se han de considerar a este respecto. Tenemos la demostración
de los tres aspectos de la voluntad, tal como han sido enumerados
anteriormente; la preparación del individuo para expresar
esta energía; una madura consideración de la relación
de la Jerarquía con Shamballa, llevada a cabo a medida que
los Maestros tratan de desarrollar el propósito divino, para
ser Agentes distribuidores de la energía de la voluntad.
Además tenemos que realizar el esfuerzo para comprender algo
de la naturaleza del primer aspecto y su impacto directo sobre la
consciencia humana, aparte de todo el centro jerárquico -
un impacto hecho sin ningún proceso de absorción ni
aminoración, al cual lo somete la Jerarquía. En otra
parte me he referido a este contacto directo; podrá ser más
directo y completo cuando haya mayor seguridad, como resultado de
un acercamiento humano más comprensivo.
(Idem.,
pág. 396-97)
Cualidad
y Efecto de la Fuerza de Shamballa
Hay
tres grandes energías enfocadas en Shamballa, el sitial del
fuego:
1)
La energía purificadora. El poder innato en el universo manifestado
que, gradual y constantemente, adapta el aspecto substancia a lo
espiritual mediante un proceso que denominamos purificación,
en lo que concierne a la humanidad. Involucra la eliminación
de todo lo que impide la plena expresión de la naturaleza
divina.
2)
La energía destructora. Destrucción que elimina todas
las formas que aprisionan la vida espiritual interna y ocultan la
interna luz del alma. Dicha energía, por lo tanto, constituye
uno de los principales aspectos de la naturaleza purificadora de
la Vida divina, y por esta razón mencioné la purificación
antes que la destrucción.
Es el aspecto destructor de la vida misma, así como análogamente
existe un agente destructor de la materia misma. Dos cosas deben
tenerse presente en conexión con el aspecto destructor de
la Deidad y con los aspectos responsables de su aparición:
a)
La actividad destructora es iniciada por la voluntad de Aquellos
que constituyen el Concilio de Shamballa, los agentes encargados
de poner las formas de los reinos subhumanos en línea con
el propósito evolutivo. De acuerdo a la ley cíclica,
esta energía destructora entra en actividad y destruye
las formas de vida que impiden la divina expresión.
b)
También es puesta en actividad por determinación
de la humanidad, que - de acuerdo a la ley del Karma - convierte
al hombre en amo de su propio destino, llevándolo a iniciar
las causas que son responsables de los acontecimientos y consecuencias
cíclicas, en los asuntos humanos.
Lógicamente
existe una estrecha relación entre el primer Rayo de Voluntad
o Poder, las energías concentradas en Shamballa y la Ley
del Karma, particularmente respecto a su potencia planetaria y en
relación con la humanidad avanzada. Dos factores han precipitado
subjetiva y espiritualmente la actual crisis mundial: el crecimiento
y desarrollo de la familia humana y - como ya se ha dicho - la afluencia
de fuerza proveniente de Shamballa en esta época particular,
resultado de la ley Kármica y de la planeada decisión
del Gran Concilio.
3)
La energía organizadora. Energía que puso en actividad
a las Grandes Vidas de Rayo e inició el motivo y el impulso
de aquello que produjo la manifestación. Así vinieron
a la expresión las siete cualidades de rayo. La relación
entre espíritu y materia produjo este proceso ordenado que,
a su vez, cíclicamente y de acuerdo a la ley, crea el mundo
manifestado, como campo de desarrollo del alma y zona donde se cumple
el propósito divino por medio del plan.
Dichas
energías han precipitado la crisis mundial, y es de valor
reconocer la naturaleza real de las fuerzas de Shamballa a medida
que actúan sobre nuestra vida planetaria y desarrollan el
destino humano.
(Los
Rayos y las Iniciaciones, pág. 81-82)
La
luz puede ser considerada como un síntoma, una reacción
hacia la unión y consiguiente fusión del espíritu
y la materia.
Por
lo tanto, cuando aparece en tiempo y espacio un gran punto de fusión
y crisis solar pues eso es, aún cuando produce una crisis
planetaria), inmediatamente hace su aparición la luz, y es
de tal intensidad, que sólo quien conoce la luz del alma
y es capaz de soportar la luz jerárquica, puede ser entrenado
para penetrar y formar parte de la luz de Shamballa y deambular
en esas aulas radiantes donde actúan las Luces que llevan
a cabo la Voluntad de Dios.
Llevando
el concepto mas cerca de nosotros diré que: sólo cuando
la voluntad de la personalidad y la voluntad del alma se unen -
evocadas por el amor - la luz del alma domina a la luz material
de la personalidad. Ésta es una afirmación importante.
Sólo cuando la voluntad de la mónada y la voluntad
de la Jerarquía de almas se unen y mezclan en los "estratos
superiores" (si puedo utilizar un término moderno de
negocios), la radiante luz de la Vida domina las luces fusionadas
de la Humanidad y de la Jerarquía. Tenuemente podemos observar
que tiene lugar esa fusión y unión grupal.
El
primer toque de la radiación proveniente de Shamballa está
revelando universalmente el mal, radiación que hoy produce
la inquietud mundial y el alineamiento del bien y del mal; este
toque de radiación es el factor condicionante que está
detrás del denominado planeamiento de posguerra y de las
ideas de reestructuración y reconstrucción mundiales
que predominan en los mejores pensamientos humanos en la actualidad.
Debe
tenerse muy en cuenta que el mal (el mal cósmico o la fuente
del mal planetario) está más próximo de Shamballa
que de la Humanidad. Las Grandes Vidas actúan libres de todo
espejismo; su visión es extremadamente simple; únicamente
se ocupan de la grande y sencilla dualidad de espíritu y
materia y no de las innumerables formas que la fusión de
ambas trae a la existencia. Lo que constituye el mal es el dominio
del espíritu (y su reflejo. el alma) por la materia, y ello
es así aunque esta afirmación se aplique al desarrollo
del individuo o del grupo. Las "Luces que llevan a cabo la
Voluntad de Dios" actúan libres de la fascinación
del mal. La Luz en que Ellos actúan lo protege, y Su propia,
innata e inherente radiación, rechaza al mal, pero "actúan
junto al mal, al cual todas las formas menores están propensas";
forman parte de un gran Grupo de observadores que "van adelante
en tiempo y espacio"; sus miembros observan cómo prosigue
en la tierra la gran guerra y conflicto entre las Fuerzas del Mal.
Han liberado las Fuerzas de la Luz sobre la tierra, en tanto que
las Fuerzas del Mal son inherentes a la substancia misma - de la
cual están construidas las innumerables formas de vida.
En
la actualidad, el Gran Concilio de Shamballa, que había actuado
a través de la Jerarquía trabaja con la vida dentro
de la forma; al trabajar deben proceder con mucha cautela, porque
estas Luces saben que el peligro de establecer prematuramente un
contacto directo con la humanidad y el consiguiente sobreestimulo,
es muy grande.
Una de las causas de la actual hecatombe reside en el hecho de que
la humanidad fue considerada capaz de soportar y recibir un "toque
de Shamballa", sin que fuera necesario aminorarlo por medio
de la Jerarquía, como se había hecho habitualmente.
La determinación de aplicar este toque (como un gran experimento)
surgió en 1825, cuando el Gran Concilio celebró su
acostumbrada reunión centenaria. Los resultados ya los conocen
ustedes, pues están desarrollándose ante sus propios
ojos.
Hace cien años el movimiento industrial comenzó a
adquirir forma y, debido a ese toque, recibió un gran impulso.
El mal existente en las naciones - la agresión, la codicia,
la intolerancia y el odio - se despertó como nunca y se desataron
las dos grandes guerras mundiales, una de las cuales aún
se está librando (esto fue escrito en Octubre de 1943). Paralelamente
a ello se produjo el levantamiento del bien, en respuesta al "toque"
divino, dando por resultado el acrecentamiento de la comprensión,
la difusión del idealismo, la purificación de nuestros
sistemas educativos y el establecimiento de reformas, en cada sector
de la vida humana. Todo ha sido acelerado, y no se ha visto antes
de 1825 un progreso en tan amplia escala. El conocimiento sobre
la Jerarquía también se está difundiendo por
el mundo; los hechos acerca del discipulado y de la iniciación
están siendo de propiedad común; en consecuencia la
humanidad ha avanzado hacia una mayor medida de luz.
El
bien y el mal se destacan con toda claridad; la luz y la obscuridad
se hallan en una más brillante yuxtaposición; las
cuestiones del bien y del mal aparecen más claramente definidas,
y toda la humanidad ve en escala mundial los grandes problemas de
la rectitud, el amor y del pecado de la separatividad.
(Los
Rayos y las Iniciaciones, pág. 127-9)
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