Etapa
VI. El Discípulo dentro del Corazón del Maestro
Llegamos
ahora a la última de las seis etapas del discipulado. La
describiré en los términos siguientes:
[i767]
"La etapa en que el discípulo está siempre
en íntimo contacto y se lo prepara definitivamente para
la iniciación [e703]
inmediata, o si ya la ha recibido, se le asigna un trabajo especializado.
En esta etapa se lo describe como el Discípulo dentro del
Corazón del Maestro".
Una
cosa quiero acentuar aquí, mientras procuro arrojar alguna
luz sobre este tema. Estar dentro del corazón del Maestro
de ninguna manera indica una relación amorosa entre el Maestro
y el discípulo. Es una reacción normal creer que por
fin el discípulo ha merecido el derecho de ser verdaderamente
amado y, por lo tanto, de estar realmente cerca del Maestro; que
Su vida o vidas de servicio le han otorgado por fin la recompensa,
y que ahora tiene libre acceso al Maestro, en la más íntima
y mutua relación posible de comprensión amorosa. Esta
etapa del discipulado nada tiene que ver con todo ello.
Por
otra parte, hermano mío, cuando el discípulo alcanza
esta etapa, ya no es lo que entendemos por discípulo aceptado,
sino un iniciado de alto rango y elevado grado, y ha pasado de la
supervisión y protección de un Maestro, a la directa
relación con el Maestro de Maestros, el Cristo, el punto
central de la Jerarquía, así como el Maestro es el
punto central en un Ashrama. El Maestro es el corazón de
su grupo y el Cristo el corazón de la Jerarquía. Cuando
más nos acercamos al conocimiento, más claro se hace
el concepto de que el punto en el centro y la periferia, son uno.
La
palabra "corazón" tiene la misma significación
que la vida misma, a medida que palpita eternamente en el corazón
del universo. Dentro de esa vida permanece ahora conscientemente
el iniciado, reconociéndose no tanto como receptor de la
vida, sino como distribuidor de la vida, lo cual es muy distinto
y contiene la clave para esta etapa del discipulado.
"El
Corazón del Maestro" es un término técnico
que indica las fuentes de vida y muchas interpretaciones análogas.
Hay en esta etapa, y después de una iniciación mayor,
una línea directa de energía o vida -percibida, reconocida,
activa y utilizada- entre el discípulo consciente y:
1.
El centro cardíaco del discípulo.
2.
El centro de la cabeza, denominado también cardíaco.
[i768]
3.
El loto egoico que, hasta la cuarta iniciación, es el centro
cardíaco de la vida monádica.
4.
El Maestro en el centro de Su grupo.
5.
El Cristo, que es el centro cardíaco de la Jerarquía.
6.
La vida de la mónada, que comienza a hacer sentir su presencia
en la tercera iniciación. [e704]
7.
El Propio Señor de la Vida, el centro cardíaco de
Shamballa.
La
línea de relación se extiende entonces desde éstos
hacia delante y hacia fuera y arriba (considerado en forma esférica)
hacia la Vida en el centro mismo del "alter ego" de nuestra
Tierra, el planeta Venus, hacia Júpiter, y de allí
hasta el Señor Solar Mismo, hacia un punto en el Sol Sirio.
Por lo tanto, pueden ver cuán diferente de lo que se habían
imaginado es esta etapa. Señala una nueva modalidad o principio
y una gran transición, a la cual se entra por la puerta abierta
del Nirvana -donde comienza el Sendero de la Evolución Superior.
Esta etapa señala el lugar específico (si es posible
emplear una palabra tan inadecuada) que ocupa el discípulo
en ese camino ascendente, revelado por el Camino iluminado; es el
logro del punto de realización más interno, denominado
esotéricamente "dentro del corazón".
Oportunamente
hablé de los discípulos mundiales que están
cerca del corazón del Maestro. Esto no es lo mismo que hallarse
dentro del "corazón del Maestro". El primero se
refiere al Maestro en el rayo del discípulo, el otro al Cristo,
la Síntesis dentro de la Jerarquía de los rayos. El
mundo ofrece hoy oportunidad a los discípulos para que lleguen
a ser discípulos mundiales, cerca del corazón del
Maestro, y pasar rápidamente por las primeras etapas del
discipulado. También brinda la oportunidad a los discípulos
mundiales para que inicien su acercamiento al Corazón de
la Jerarquía, el Cristo. Deben interesarse por esta primera
posibilidad, porque -a medida que se acercan a su grupo- pueden
comenzar a recibir ese entrenamiento que desarrollará en
ustedes la utilidad mundial. ¿Se sienten la mayoría
demasiado viejos para lograrlo? Ustedes dirán. El alma no
tiene edad, y puede utilizar su instrumento si éste es apropiado
y está disponible. ¿Están demasiado centralizados
y preocupados en sí mismos para prestar servicio mundial,
mediante el necesario desapego? Esto tienen que descubrirlo y comprobarlo
ustedes mismos. A este grupo se le han [i769]
ofrecido muchas oportunidades y enseñanzas. La devoción
manifestada y el servicio prestado por él, debería
ser algo inusitado, a la vez que una demostración grupal.
Les podría preguntar si verdaderamente lo es. ¿Están
muy deprimidos (sinónimo de egoísmo) y son demasiado
sensibles para prestar servicio a la humanidad en forma más
amplia que hasta ahora? Esto puede ser superado si tienen suficiente
interés. ¿La conciencia de ustedes es constantemente
conciencia grupal? ¿O es una constante conciencia de sí
mismos que se [e705]
interpone continuamente entre ustedes y sus semejantes? Esto lo
tienen que descubrir por sí solos. ¿Poseen la profunda
humildad -basada en el conocimiento del Plan y la gloria de la meta-
en vez de un sentido de menosprecio de sí mismos por el que
se vanaglorian y consideran que significa humildad espiritual? Deberían
volver a interpretar este tema de la humildad, como también
todos los términos, a la luz de los valores esotéricos
y espirituales. ¿Pueden hacerlo?
Anteriormente
empleé una frase en la que me referí a los "discípulos
que se están reuniendo en este ciclo al llamado de la Jerarquía".
Esto tiene hoy definida relación con el tema del discipulado
y sus diferentes etapas. "El llamado de la Jerarquía"
va dirigido a toda la humanidad; es enviado por medio de los grupos
y ashramas que presiden muchos Maestros. Es captado y oído
por diferentes tipos de personas que, al responder, deforman grandemente
este llamado; sólo el discípulo avanzado lo capta
correctamente o responde en forma adecuada. Los demás responden
a aspectos parciales y su actividad es esporádica, fundada
en interpretaciones erróneas, matizadas por defectos de la
personalidad, demorados por la inercia y, con frecuencia, basados
en el egoísmo. Por la respuesta de los discípulos
en su grupo o Ashrama, el Maestro puede saber el estado y la posición
del discípulo, aunque lógicamente hay otras evidencias
indicadoras.
Observemos
algunos de los tipos de personas que responden al llamado. La mayoría
lo hace inconscientemente, pero reaccionan por simpatía,
porque algo en ellos se sincroniza con el llamado, o son sensibles
a ciertas influencias vibratorias:
1.
Existen los que aman verdaderamente a la humanidad, pues aunque
no saben absolutamente nada de esoterismo, no obstante se interesan
en ayudar lo más posible. Inconscientemente pueden ser
utilizados por la Jerarquía para hacer un trabajo bueno,
eficiente y [i770]
altruista. Con frecuencia son más constructivos que los
discípulos consagrados y aceptados, porque no son conscientes
de su grado de evolución, de ninguna responsabilidad en
el ashrama, ni de su importancia individual.
2.
Los psíquicos de todas partes del mundo y de todo tipo.
Responden a quienes se hallan en el plano astral, los cuales captan
las impresiones superiores o perciben telepáticamente algún
aspecto de la idea proyectada. En tales casos hay siempre espejismos,
deformación y errónea interpretación. Esto
causa muchos inconvenientes, pero es una fuerza que deben tener
en cuenta los dirigentes e [e706]
instructores de la humanidad. Afecta a las masas menos inteligentes
y les imparte una idea general aunque distorsionada del Plan,
pero tiende a la rebeldía de los intelectuales y a complicar
el trabajo del discípulo entrenado.
3.
Los discípulos en probación que reciben y responden
a estas impresiones en forma más rápida y clara
que el grupo anterior. Generalmente la reciben mediante una visión
y la enseñanza de un discípulo avanzado. Su servicio
al Plan con frecuencia se malogra por su ignorancia, egocentrismo
y errónea interpretación de la enseñanza
impartida. Su acercamiento, tanto a la verdad como a su instructor,
es demasiado personal.
4.
Los discípulos aceptados que reciben la idea y los planes
del Maestro en forma más completa, pero no los desarrollan
como es debido en el mundo del diario vivir ni en el servicio
prestado, porque se preocupan demasiado de sus propios problemas
como discípulos, del entrenamiento del carácter,
de la posición en el Ashrama del Maestro y del interés
que Él tiene por ellos. Si pudieran olvidarse de sí
mismos, de sus dificultades e interpretaciones individuales de
la verdad, si únicamente se amaran entre sí y amaran
a sus semejantes y si simplemente obedecieran hasta el punto de
la crucifixión el "mandato de servir", pasarían
más rápidamente a través de las diversas
etapas del discipulado.
5.
Los discípulos que están cerca del corazón
del Maestro, los discípulos mundiales y los que están
conscientemente en Su aura, conocen Su plan, que es el Plan de
la Jerarquía como un todo, aunque acentúan algún
aspecto destacado. Desempeñan por lo general [i771]
su parte con éxito, lo cual se debe en gran parte a que
son constantemente conscientes del grupo y poseen una gran humildad
y, lógicamente, un intelecto bien desarrollado y un cuerpo
astral controlado.
Muy
poco me queda por decirles, respecto al trabajo grupal y sus relaciones.
Hay una lealtad esotérica que es diferente a la común
lealtad del mundo, que quisiera se desarrollara en el grupo. Algunos
de ustedes, particularmente los que se refugian en la autodefensa,
deben aprender esa silenciosa lealtad que sirve para integrar al
grupo como un solo grupo. En la autodefensa es fácil sacrificar
al hermano y al colaborador. No es fácil subsanar la resultante
separación subjetiva.
Es
necesario pensar con claridad en muchos aspectos, a [e707]
medida que este grupo comience a fusionarse y a trabajar conjuntamente.
También es necesaria una aguda discriminación. Éstos
son días en que las líneas de demarcación entre
las Fuerzas del Materialismo y las Fuerzas de la Luz deben ser claramente
definidas. Cuando el contraste entre el camino del amor y la buena
voluntad, el camino de la crueldad y del odio, sean claramente definidos
en la Tierra, los discípulos adoptarán una actitud
imparcial. A este grupo le corresponde la difícil tarea de
mantenerse firme en el plano físico contra lo que sea destructivo
y odioso (en el verdadero sentido de la palabra), haciendo todo
lo posible para terminar con los agentes destructores, llevándolos
a una final impotencia y, al mismo tiempo, manteniendo una actitud
interna de plena inofensividad y comprensión amorosa. Hermanos
míos, hay principios e ideales en el mundo de hoy por los
cuales vale la pena luchar, pero mientras siga la lucha es necesario
mantener y crear conscientemente ese campo de viviente y amorosa
energía que eliminará la brecha entre los dos factores
y grupos opuestos, y así se posibilitará posteriormente
el contacto. Algunos de ustedes no piensan con la suficiente claridad
sobre las cuestiones involucradas, porque se preocupan indebidamente
de los signos externos de la lucha y pierden de vista la perspectiva
de largo alcance. La vida dual de participación mundial,
activa en la lucha contra lo que trata de impedir y destruir el
avance de la humanidad y sus más elevados ideales y -al mismo
tiempo- mantener una firme actitud de amor, no es fácil,
especialmente para algunos de ustedes. Es tan grande la integración
humana, que hoy una persona o grupo no puede aislarse de las [i772]
actividades y del bienestar humano. Tampoco es adecuada una actitud
negativa para la solución de la presente crisis mundial.
Los que se niegan a participar en el karma y el sufrimiento mundiales,
hallarán inevitablemente que su progreso se demora, por apartarse
de la gran marea de la fuerza espiritual que actualmente afluye
en corrientes regeneradoras a través del mundo de los hombres.
El presente conflicto mundial es análogo al grave conflicto
que se está llevando a cabo dentro de los corazones y las
vidas de los aspirantes y discípulos mundiales, y es imprescindiblemente
el signo de que están entrando en el sendero del discipulado
consciente. El yo superior y la personalidad se enfrentan para tomar
la decisión que el alma (el yo) espera en su propio plano.
Esto también le ocurre al aspirante mundial, la Humanidad.
Reflexionen cuidadosamente sobre esta idea. No es posible para los
miembros del nuevo grupo de servidores del mundo desligarse en la
actualidad de la grave situación que se ve y percibe. Ellos
no deben [e708] ni
pueden eludir el callejón sin salida del entrenamiento personal
y de los intereses individuales. Si tal es la actitud que adoptan,
entonces muy poco puedo hacer por ustedes, pues indicaría
la incapacidad de diferenciar los valores, el deseo de abstraerse
mentalmente de lo desagradable y desdichado y pasar la responsabilidad
a otros, además del fracaso de identificarse con la humanidad.
El
llamado para salvar al mundo ha sido emitido y actualmente se están
reuniendo discípulos en todo el mundo. No es una reunión
en el plano físico, sino un profundo acontecimiento subjetivo.
Cada uno de los Maestros emite el llamado y muchos discípulos
probacionistas, aunque estén en los puntos más lejanos,
en la periferia de la influencia del Maestro, responden ansiosamente;
sus móviles por lo general son confusos y su respuesta con
frecuencia está energetizada por el deseo de progreso y engrandecimiento
personales. En este momento particular complican grandemente el
llamado a servir, pero sus distorsiones traen el cumplimiento de
la profecía de El Nuevo Testamento de que (al final de la
era) habrá mucha deformación de la verdad, referente
a la difusión de la conciencia crística y al retorno
del Cristo o "Segundo Advenimiento".
El
discípulo pasa así, etapa tras etapa, de una luz a
otra, de una percepción a otra y de la fuerza a la [i773]
energía, del enfoque de la personalidad a la integración
del alma, y después, del alma al espíritu, de la forma
a la vida. Ha explorado todas las avenidas del conocimiento; ha
descendido a las profundidades, al infierno y a los valles; ha ascendido
a la cima de la montaña de la iniciación y de allí
se ha lanzado más allá del espacio y del tiempo; ha
perdido todo interés en sí mismo, y es un punto en
la mente de Dios donde están enfocados Sus pensamientos.
¿Se puede decir algo más que esto? Creo que no, hermanos
míos. Pongo fin a esta serie de instrucciones, y ha terminado
a este respecto mi responsabilidad. Ahora comienza la responsabilidad
de ustedes.
[AAB.
Discipulado en la Nueva Era I]
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